rTrabajar por cuenta propia o para una empresa, esa es la cuestión.
Una versión un poco más larga que el clásico Ser o no ser que diría Hamlet. Si eres psicólogx y quieres dedicarte o te dedicas al ámbito clínico (sanitario para que no se enfade ningún PIR), la pregunta de si montártelo por tu cuenta o buscar empleo en una empresa es una cuestión que seguramente te hayas planteado en alguna que otra ocasión.
Son muchas las cuestiones que hay plantearse ante un dilema de este tipo, y yo, lejos de tener la verdad absoluta sobre esto, quiero compartir contigo mis opiniones.
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Seguridad vs. deterioro profesional
No sé cómo lo habrás vivido tu, pero a mí en la carrera me lo pintaban muy feo: hay pocas oportunidades y hay que hacer tropecientos mil máster para ser competitivos a nivel laboral.
Es cierto que muchas clínicas para contratar a un psicólogo le piden entorno a 4 – 5 años de experiencia. Por un lado es lógico, la empresa quiere asegurarse de tener a los mejores profesionales a su lado y es cierto que la experiencia es un valor muy importante. Por el otro, es la pescadilla que se muerde la cola: ¿Cómo voy a tener experiencia si nunca me dan la oportunidad?
Después de tu grado, un máster, quizás otro e incluso después de otro más, ya estas listo/a para tu primer trabajo… de voluntario/a. En el mejor de los casos, es posible que encuentres unas prácticas mal remuneradas.
Pero los psicólogos somos así, pasionales y queremos comenzar a ver pacientes como sea.
Puede que este no haya sido tu itinerario, ojalá de hecho, pero es una historia que he visto reflejada en muchos de mis compañerxs. Después de varios años de prácticamente regalar su trabajo, les han ofrecido una oportunidad de empleo en un gabinete.
Claro, cuando vienes de la nada, o de muy poco, que te ofrezcan la posibilidad de trabajar en lo tuyo, de manera continuada y con un sueldo, te parece una maravilla. Lo coges.
Las condiciones suelen ser algo así, aunque pueden variar mucho: Un sueldo de entre 1.200 euros y 1.500 euros (netos), por ver entre 25 y 30 pacientes semanales.
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Un caso real
Hace 4 años más o menos hice una entrevista de trabajo para una clínica de psicoterapia en Madrid. Yo estaba por cuenta propia y no estaba buscando empleo, pero como era un sitio de cierto renombre, decidí ir a al entrevista y ver que me contaban.
No te diré quiénes son, por aquello de se dice el pecado, pero no el pecador. Me ofrecían 1.500 euros netos, por 30 horas a la semana (es decir, 30 pacientes).
Vamos a echar las cuentas de la vieja:
Este sitio cobraba la sesión a 70 euros (un precio por encima de la media). 70 euros por 120 sesiones al mes son 8.400 euros. De esos 8.400, debemos restarle mi sueldo, es decir, 8.400 – 1.500 son 6.900.
Evidentemente, ellos tienen otros gastos por lo que esos 6.900 no son ingresos reales. Supongamos que mantenerme en nómina les cuesta de otros 1.500, entonces, quedarían 5.100 euros.
No sé si este es el coste de tener a un empleado en nómina porque no tengo una empresa, como te decía, estoy echando las cuentas de la vieja. No me importa ser super preciso con esto, porque no es a donde quiero llegar.
De estos 5.100 euros, supongamos que tienen que pagar un alquiler, IBI, material, yo que sé, quitémosle otros 1.000 euros. Creo que estoy tirando bastante al alza, pero bueno = 4.100 euros.
Claro, es posible que haya cancelaciones, algunos pacientes no se presenten…Pongámosle que hay esas pérdidas y que no cuentan con una política de cancelación (que no era el caso, porque se pagaba por adelantado), y les quitamos otros 1.000 euros. Ya estamos en 3.100 euros.
¿Hay algo más que me esté dejando en el tintero? Seguramente. Así que por si acaso, les quitamos otros 1.000 euros: estamos en 2.100 euros.
A ver, voy a parar, que me estoy aburriendo de mí mismo. Vamos a dar por bueno que ellos por mí trabajo obtienen definitivamente 2.100 euros.
Lo más probable es que estas cuentas estén fatalmente realizadas, sin embargo, hay algo que parece evidente y es que cómo mínimo, la empresa va a obtener el mismo beneficio que yo por lo que hago.
Esto puede que incluso lo des por algo normal o comprensible, pero piénsalo un momento, ¿te parece coherente que ganes el mismo dinero o menos por tu trabajo que otra persona que se encarga de dártelo?
A mí no.
Ventajas
Las ventajas de trabajar para otra persona o centro son evidentes:
- Continuidad de pacientes entrantes.
- Cotización y paro.
- Sueldo fijo al final de mes.
- Pagas extras
Es decir, si agrupamos todas estas ventajas en una, podríamos ponerle un apellido claro: seguridad. O mejor dicho, sensación de seguridad.
A cambio, tenemos otras desventajas:
- Poco margen para elegir los pacientes con los que queremos trabajar y los que no.
- Agotamiento (30 pacientes a la semana me parece una burrada).
- Insatisfacción: ¿Tu crees que puedes prepararte 30 casos y hacer bien tu trabajo?
- Presión por mantener a los pacientes y que no se vayan.
- Cobras unas mierda.
Evidentemente, esto no es generalizable a todas las ofertas de empleo, aunque cuando pienso en los compañerxs que trabajan para terceros, siempre les recuerdo agotados, cansados y frustrados. Ni que decir tiene, si trabajas para una aseguradora.
No sé, para hablar con mayor conocimiento debería haber estado dentro alguna vez, pero creo que yo no me sentiría libre de poder decidir como ejercer mi profesión, y eso no tiene precio.
Un inciso, ¿te gusta el marketing?
Bueno, eres terapeuta, seguramente le tengas algo de manía. En el fondo, ambos sabemos que es importante saber como promocionarnos de manera efectiva.
Te propongo algo, apúntate a esta newsletter. Te iré contando «secretos» de como lo hago yo».
Y el diccionario 🙂
¿Entonces por cuenta propia?
¡Ojo! ¡ojo! ¡ojo! Que no es oro todo lo que reluce.
Yo trabajo por cuenta propia y nunca lo cambiaría, pero también tiene sus cosas malas, como todo:
- Eres autónomo/a
- Mayor incertidumbre
- Te tienes que ocupar de otros aspectos como el marketing.
En general, tú te lo guisa, tú te lo comes. Ser autónomo/a tiene también algunas dificultades que seguramente te puedas hacer una idea. Bajo mi punto de vista, lo más difícil es arrancar y aquí es donde se caen la mayoría de profesoonales. Cuando te abres hueco, a no ser que como terapeutas seas un desastre, los pacientes satisfechos te van trayendo nuevos pacientes.
A día de hoy, yo no tengo ningún sentimiento de incertidumbre, estoy bastante seguro de la viabilidad del proyecto. Ahora, es cierto que esta profesión te impide poder dormirte en los laureles.
En la actualidad, yo cobro 50 euros la sesión y veo una media de 15 pacientes al mes. Podría ver más, ya que entre el boca a boca y la página web, entran bastante solicitudes. Sin embargo, para mí, esta cifra es en la que siento que puedo estar 100 % involucrado en cada caso, sin saturarme ni acabar odiando la profesión.
Y si echas cuentas, pues te sale un sueldo bastante digo. Es cierto que yo ando metido en muchas otras cosas, pero para un psicólogo que únicamente se dedique a su profesión, diría que es más que suficiente.
La cuestión es, ¿prefieres optar por la seguridad que te ofrece un puesto de trabajo «estable» pero que te acaba agotando? ¿o los beneficios que tiene hacerlo a tu manera, pero sabiendo que tienes que pensar en el futuro?
Si yo tuviera 15 pacientes tampoco me lo pensaba, no te J***
Claro, si este es el tema, que cuando empiezas no tienes 15 pacientes semanales, quizás ni uno. Como te decía antes, la parte más difícil es empezar a tener actividad, porque una vez que arrancas, se comienza a producir un efecto bola de nieve, ya que unos llaman a otros.
Hay que tener en cuenta que emprender, sea un negocio del tipo que sea, conlleva asumir pérdidas al principio o tener pocas ganancias. Toca invertir, ya sea en tiempo o dinero.
Yo tampoco comencé teniendo tantos pacientes, empecé de cero. Mi método en su día fue poner carteles en marquesinas y farolas. En su día no tenía ni idea de marketing, si tuviese que comenzar ahora, evidentemente con lo que sé no lo haría de este modo.
Tengo la sensación de que los psicoterapeutas no nos damos cuenta, que en el fondo, nuestros apellidos son una marca personal. Quizás, sólo quieras dedicarte a pasar consulta y pienses que todo eso del marketing no es para ti. Sin embargo, yo no te digo que te vuelvas marketer, si no que te aproveches de este para poder dedicarte de manera segura y placentera a lo que realmente eres.
Bajo mi punto de vista, son tres los ingredientes que hacen falta para comenzar a traer pacientes a consulta:
- Constancia
- Creatividad
- Conocimiento
Volviendo a hablarte de otros compañeros que trabajan para gabinetes privados, cuando están muy quemados, deciden comenzar la travesía de ponerse por su cuenta. El problema, es que lo hacen por petardazos. Estoy harto/a, y entonces me abro una cuenta de instagram profesional para comenzar a subir post.
¿Esto es efectivo para traer pacientes a consulta? Pues normalmente, no, y sobre todo no es rápido.
Aquí entra en juego la primera parte: el conocimiento.
Supongo que como terapeuta te molestará cuando alguien te dice que ser psicólogo es fácil, que consiste en dar consejos o alguna tontería de estas. Con el marketing pasa algo similar, todos creemos que sabemos de él. Sin embargo, luego sucede que hacemos cosas que no sirven para nada ni tienen ningún resultado.
Ergo, tienes dos opciones: externalizar o aprender. Si tienes más dinero que tiempo: externaliza. Si estas comenzando y no tienes dinero, te toca aprender.
¿Cómo? Una opción maravillosa es nuestra comunidad. Pero si no, pues investiga. Yo lo hice, y con constancia, aprenderás.
E ahí el segundo ingrediente. Tenemos que entender que trabajar por cuenta propia supone tener que prestarle atención en alguna medida a nuestras estrategias de promoción y que no se trata de gastarnos 500 euros en una página web y respirar aliviados.
Insisto, tú eres tu marca personal y tiene que estar activa. Es algo que tienes mantener, igual que sigues formándote para reciclarte. No tienes que dedicar el 50 % de tu tiempo al marketing, pero no puedes descuidarlo si quieres vivir de tu profesión y trabajar por cuenta propia.
Quizás cuando tengas un volumen alto de pacientes sí, aunque aún así, yo te diría que tampoco es conveniente.
El tercer ingrediente es la creatividad, y este sobre todo, te va a servir para traer pacientes a consulta. Yo ahora mismo, si tuviera que empezar de cero, creo que sería capaz de generar nuevos pacientes con una inversión mínima.
Eso se debe a que he estudiado y comprendido las diferentes herramientas que tenemos. La creatividad reduce los costes de inversión drásticamente. Te pongo un ejemplo para que veas la diferencia:
- Opción A: Hacer un bono de 10 sesiones.
- Opción B: Tengo que explayarme para contártelo:
Un compañero nutricionista me planteó el tema de traer pacientes a su consulta. Él había comenzado por instagram a subir post, lo que hacemos todos cuando no tenemos ni idea, vaya. Aunque tenía un buen engagment, lo que hacía no se estaba traduciendo en conversiones. Es decir, nadie le contactaba para pedir sus servicios.
Le propuse hacer un reto, el reto de los 21 días. Selecciono a 10 personas a las que les hizo una dieta para perder peso. Cada semana registraba sus progresos y los compartía con la comunidad. Los participantes comentaban y la gente lo seguía. Al acabar el reto, presentó los resultados de estas personas y cómo habían conseguido bajar de peso con su ayuda.
¿Fue un curro pues sí?, pero después de hacer esto, consiguió 10 altas de golpe. Después, la idea deparó en crear grupos para bajar de peso en comunidad y así motivarse los unos a los otros.
No le he vuelto a oír quejarse por la falta de trabajo.
Esto sólo es un ejemplo, hay soluciones incluso más sencillas, lo que no podemos pretender es que por tener un título la gente llame a nuestra puerta.
¡Creatividad al poder!
Venga, no te hagas desear tanto
Mis secretos te esperan
A ver, que en realidad no son secretos. Solamente cosas que he ido probando que me han funcionado
Pero esta bien llamarlo así, ya sabes, el marketing».