Mientras que las redes sociales, es como hacerlo en una discoteca.
Una vez ligué en una biblioteca, sólo una.
Tampoco iba mucho, la verdad. Yo era de los que hacía de su cuarto de estudio un templo al onanismo. Vaya, hoy me he levantado infectado de poesía.
Tanto marketing me está haciendo polvo.
El caso, que una vez ligué en una biblioteca, sólo una.
Y creo que ha sido de las mejores experiencias que he tenido en este terreno. Si no te ha pasado nunca, imagínatelo cómo es:
- No puedes hablar muy alto.
- No puedes enrollarte demasiado porque entonces no estudias.
- No puedes darte el lote. Como mucho, puedes meter un poco de pie por debajo de la mesa.
Nosotros lo que hacíamos era mandarnos «notitas». Recortábamos cachos de un cuaderno y nos las lanzábamos. Creo que ya existía el whatsapp, pero yo al menos aún no lo usaba.
Qué tiempos. El caso es que había algo de magia en todo aquello.
Ligar en una discoteca es diferente. Tienes que destacar, hacerte ver, contar muchos rollos. No sé, a mí no se me da bien. Encima, no soy muy alto.
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Ligar en instagram, que diga vender
Bueno, pues yo creo que vender en Instagram es cómo ligar en una discoteca.
Yo tenía un amigo que me decía que tenía un truco infalible para ligar. Una vez, decidí preguntarle por dicho método y me contó literalmente:
Le entro a todas y por estadística, alguna caerá.
El caso es que le funcionaba. Esto en marketing tiene un nombre y se llama hacer spam. Es más o menos lo que sucede cuando te metes en tu cuenta personal de instagram a cotillear que ha desayunado el vecino, y de repente recibes un privado de alguien que no conoces tratando de ofrecerte algo.
Alguna vez puede colar, pero no es lo habitual.
Hay quién lo hace más sofisticado, y no llama a tu puerta. Simplemente, se dedica a compartir contenido de valor. Esto para mí, sería lo homólogo a sacar a relucir tus mejores galas y estirar la sonrisa.
Funciona mejor.
Pero le sigo viendo un problema: Y es que no eres el único o única que lo hace.
Por otro lado, quizás sólo quieran bailar con sus amigos, aquellos de quiénes intentas obtener su atención. Eso es justo lo que pasa en IG. Las personas lo usamos para entretenernos, no para comprar.
Incluso aunque queramos comprar, no es el momento.
El mail marketing seduce
Hay quién dice que el mail está muerto. Que está oxidado. Yo no podría estar menos de acuerdo con esto.
No digo que no trabajes tus redes sociales. Trabájalas, y en cuánto puedas, llévate a las personas al mail.
Deja de contarme tus traumas de adolescente que no se come un rosco. ¿Qué es eso del mail marketing?
A ver si consigo explicarlo sin enrrollarme mucho.
El mail marketing es una estrategia de comunicación. La ventaja que tiene frente a las redes sociales es que no compites en paralelo, lo haces en serie. Estableces una especie de relación impalpable, casi romántica me atrevería a decir.
Si lo haces bien claro.
Igual alguna vez te ha pasado con Youtube. No sé si sigues a algún Youtuber. A mí me ha ocurrido, empezar viendo los vídeos de alguien que al principio ni fu ni fa, pero que con el paso del tiempo, le coges una especie de cariño.
Es como si le conocieras. Te acostumbras a su forma de contar las cosas, a sus gestos, étc. Pues con el mail marketing pasa algo similar.
Básicamente lo que vamos a necesitar para poder implementar esta estrategia son mails.
No vale cualquier mail
No vayas ahora a ponerte a buscar mails como loco/a por google. Eso es ilegal, así que ojito cuidao.
No, se trata, de que las personas voluntariamente decidan dejarnos sus mails. ¿Cómo se hace esto?
Pues hay muchas maneras. Lo primero que necesitamos es una página web o blog. Aquí tendremos que poner boletines de suscripción en donde las personas podrán dejar su correo a cambio de algo.
¿Qué es ese algo?
- Un descuento, un sorteo, étc.
- Un regalo, lead magnet, gancho o como se nos antoje llamarlo.
- O simplemente, recibir información de valor cómo en este caso:
Un inciso, ¿te gusta el marketing?
Bueno, eres terapeuta, seguramente le tengas algo de manía. En el fondo, ambos sabemos que es importante saber como promocionarnos de manera efectiva.
Te propongo algo, apúntate a esta newsletter. Te iré contando «secretos» de como lo hago yo». Ademaás, te envío el diccionario de marketing para psicólogos.
¿Ves? Es sencillo, al menos la teoría.
Vale, ya tenemos el contacto. ¿Y ahora qué? ¿Me meto en mi Gmail y les digo «cómprame»?
– ¿Me compras?
– Oye, cómprame
– ¿Me vas a comprar?
– ¿Por qué no me compras?
– Venga, ha estado bien la gracia, cómprame.
– Cómprame o te rajo.
Pues no, así no.
Lo que vamos a hacer por mail es contarles historias. Historias que de algún modo motiven, como estoy haciendo yo ahora.
Yo te he hablado de ligar, pero tú puedes hacerlo de lo que quieras. No tiene porque ser gracioso o divertido. Yo he elegido este formato, pero simplemente, tienes que encontrar tu estilo. Lo que quieres transmitir para evidenciar que aquello que quieres vender tiene un valor o un sentido.
¡Ojo! ¡Que esto es un arte eh! Hay que aprender hacerlo. Habilidades como estas son las que te enseñamos en Tras el Diván.
Pero si yo soy psicólogo, no tengo nada que vender
Pues eso no es cierto. Tu no vendes pulseras, ni vendes robots de cocina, pero sí vendes algo: tu servicios.
Esto nos tiene que quedar claro. Debemos dejar de ver la palabra vender como algo poco ético o amoral.
Al revés, te estoy pidiendo que hagas algo verdaderamente bueno y honesto.
Piénsalo de este modo, ¿si a ti te pide un ser querido recomendación para ir al psicólogo? ¿Le pasarías el contacto de un compañero del que no sabes nada o del que tienes buenas referencias?
Pues esto es lo mismo.
Los terapeutas solemos pensar qué con hacer una página que diga en todas las cosas que estamos especializados es suficiente. Sin embargo, las personas necesitan sentir la confianza y la seguridad de que les vamos a poder ayudar.
Cómo mínimo, que vamos a comprender lo que les sucede.
Esto es lo que logramos mediante el mail marketing. Construimos una relación invisible donde nos mostramos. Y entonces pasará esto:
- A muchas personas no les cuadrará lo que les cuentas y se desapuntarán de la newsletter.
- A varias personas les gustará lo que escribes, pero aún así, no darán el paso a contactarte ni solicitar tus servicios.
- A unas pocas personas, les gustará lo que escribes y te identificarán con lo que necesitan. Entontes te contactarán.
Lo bueno, es que estas pocas personas, suele ser la cantidad suficiente y necesaria para poder vivir de nuestra mayor pasión: la psicología.
Venga, apúntate a la newsletter o te rajo
No me denuncies, qué es broma