Has terminado la carrera, quizá incluso un máster habilitante, unas prácticas mal pagadas (o directamente no pagadas), y ahora te encuentras frente al ordenador, escribiendo en Google: «soy psicóloga y no encuentro trabajo». Spoiler: no estás sola. Esa búsqueda tiene miles de resultados y, tristemente, demasiadas historias detrás.
La realidad es dura y lo sabes: no es fácil encontrar trabajo de psicología, especialmente si estás recién graduada. Pero antes de ofrecerte alternativas, hagamos algo de catarsis.
¿Hay trabajo para los psicólogos?
Sí, claro. Hay trabajo. Pero la pregunta correcta sería:
¿Hay trabajo digno, bien pagado y estable para los psicólogos?
Y ahí la cosa cambia.
El mercado está saturado, las condiciones muchas veces rozan lo precario y, si no tienes experiencia, te exigen hacer de todo por amor al arte. Las famosas «bolsas de trabajo en psicología sin experiencia» son un espejismo: te piden que sepas de clínica, neuropsicología, intervención en crisis, informes, talleres, terapia individual, terapia de pareja… y si sabes Excel, mejor.
Mientras tanto, tú te debates entre echar currículums por InfoJobs (donde las ofertas para psicólogos parecen más bien desafíos de supervivencia) y hacerte un perfil de Instagram con posts de autoayuda en tonos pastel.
Somos psicólogos, no voluntarios vitalicios
Es muy bonito tener vocación. Muy noble querer ayudar. Pero eso no justifica que tengamos que pasar por años de voluntariado encubierto, prácticas eternas o sueldos que no permiten pagar ni el alquiler de la consulta compartida.
Somos psicólogos, no becarios eternos. Y sin embargo, el sistema está montado para que el acceso a un puesto digno sea un laberinto lleno de muros, másters privados, especializaciones carísimas y enchufes.
¿Cómo empezar a trabajar de psicólogo sin experiencia?
Vale, ya hemos desahogado un poco. Ahora, vamos a lo práctico. Porque si bien el panorama es desalentador, hay formas de empezar. No mágicas, no fáciles, pero sí reales.
1. Deja de esperar la oferta perfecta en InfoJobs
Es útil mirar ofertas, claro. Pero si cada día entras con la ilusión de ver «Psicólogo/a jornada completa, buen sueldo y contrato indefinido», te vas a frustrar. Usa InfoJobs como radar, no como salvavidas.
2. Crea tu propio proyecto (aunque sea pequeño)
Tener una mínima presencia profesional online (web sencilla, Instagram con intención, perfil en Doctoralia o similar) te posiciona. Aunque empieces ofreciendo orientación gratuita a cambio de testimonios (ojo: no terapia gratuita, que también es precariedad), eso ya te da recorrido.
3. Busca nichos con demanda y poca competencia
Terapia online para expatriados, acompañamiento a opositores, intervención en colectivos específicos… Hay muchas áreas donde hay trabajo para psicólogos y menos saturación que en la clínica general.
4. Formaciones prácticas y con supervisión real
Olvida los cursos de 40h en PDF. Lo que te va a dar experiencia real son las formaciones con supervisión de casos, prácticas vivenciales y contacto directo con pacientes (aunque sea en entorno protegido). Busca calidad, no cantidad de diplomas.
5. Red de colegas, no competencia
Conéctate con otros psicólogos. No para compararte, sino para compartir recursos, derivaciones, espacios y estrategias. El aislamiento profesional es veneno lento.
Alternativas que no te cuentan (pero que funcionan)
Psicología en contextos no clínicos: Recursos humanos, formación, orientación profesional, selección de personal. No todo es el diván.
Proyectos personales paralelos: Grupos de apoyo, talleres, podcasts, divulgación. No sustituyen a la consulta, pero pueden ayudarte a posicionarte.
Colaboraciones temporales con asociaciones: A veces son mal pagadas, pero otras permiten generar experiencia real y contactos clave.
Prácticas extracurriculares estratégicas: Busca centros con supervisores potentes, no solo nombres rimbombantes.
Y si después de todo sigues pensando: “Soy psicóloga y no encuentro trabajo…”
Entonces hay algo que debes saber: no es culpa tuya. El sistema está mal planteado y muchos de nosotros nos hemos sentido estafados al salir al mercado laboral.
Pero también es cierto que los psicólogos que mejor salen adelante no son siempre los más brillantes, sino los más constantes, creativos y estratégicos.
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No basta con saber psicología: también hay que saber venderla
Este es uno de los grandes tabúes de la profesión: muchos psicólogos se forman durante años en teoría, intervención, pruebas, marcos teóricos… pero no tienen ni idea de cómo emprender, crear una consulta propia o atraer pacientes.
Y no es culpa tuya. A nadie nos enseñaron eso en la carrera. Como si hablar de marketing fuera sinónimo de ser poco ético. Como si cobrar bien por un servicio profesional fuera una traición a la vocación.
Pero seamos realistas: si quieres montar tu consulta privada —y en este contexto laboral, probablemente tendrás que hacerlo—, necesitas aprender:
Cómo construir una marca personal sólida y creíble
Qué hacer para que los pacientes te encuentren y confíen en ti
Cómo usar Instagram, una web o incluso Google para llegar a tu público
Qué errores comunes evitar cuando empiezas a emprender como psicólogo/a
Cómo gestionar tu tiempo, tus tarifas, tus condiciones
Por suerte, hay espacios creados por y para psicólogos que entienden esta necesidad sin caer en el humo del coaching barato. Uno de ellos es Tras el Diván: una plataforma especializada en emprendimiento para psicólogos, con recursos concretos, formaciones prácticas y comunidad de profesionales que están en la misma situación que tú.
No es otro máster académico: es formación útil para salir del modo supervivencia y empezar a construir algo tuyo, desde tu identidad como terapeuta.
En resumen
No, no es fácil encontrar trabajo de psicología.
Sí, hay formas de empezar, pero requieren iniciativa.
No estás sola en esta lucha.
Sí, puedes construir una carrera que te llene, aunque no sea por el camino tradicional.
Porque ser psicóloga no es un título, es una forma de mirar el mundo, y eso, por suerte, sigue siendo útil, aunque el mercado aún no lo valore como merece.